jueves, 30 de octubre de 2014

Solemnidad de Todos los Santos - Fieles difuntos

Recordar las indulgencias –aplicables a los difuntos- en los próximos días.

1. A los fieles que visiten devotamente el cementerio y oren, aunque sea sólo mentalmente, por los difuntos, se les concede la indulgencia –únicamente aplicable a las almas del Purgatorio- la cual puede ser:
 
Plenaria: cada uno de los días desde el 1 al 8 de noviembre.

Parcial: los demás días del año.


2. El día de la Conmemoración de todos los fieles difuntos, con el consentimiento del ordinario del lugar, el domingo antes o después, en todas las iglesias –y también en los oratorios a quienes por derecho corresponde- puede lucrarse una indulgencia plenaria aplicable únicamente a los difuntos. La obra prescrita para ganar esta indulgencia es la devota visita de una de las iglesias u oratorios, en la que se rece el Padrenuestro, y el Credo, añadiendo la confesión sacramental, la comunión eucarística y una oración por las intenciones del Sumo Pontífice. Se puede lucrar desde el mediodía del día anterior hasta la medianoche del día señalado.
(Enchiridion indulgentiarum, normas 18, 24, 25, concesión 29 § 1, 2)


¿QUÉ SON LAS INDULGENCIAS?
Nos acercamos a la solemnidad de Todos los Santos y la celebración por todos los difuntos. y Se nos habla de la Gracia que podemos obtener por ellos a través de las Indulgencias.
 Pero… ¿qué son las indulgencias?
¡¡Que Dios es “Indulgente” con noso-tros!! Indulgente significa “Inclinado a perdonar y disimular los errores o a conceder gracias.”

El Perdón y la Reparación
Supongamos que alguna vez he hablado mal de alguien.
Aunque luego descubrí que estuve mal y me arrepentí.
Incluso me confesé y pedí perdón por el mal que hice hablando mal de esa persona.
Y Dios me perdonó, como así también ese alguien.
Sin embargo, lo que yo he dicho de ese alguien siguió su camino… y es que no puedo detener lo que he dicho, por más que se me haya perdonado el pecado. El mal siguió desparramándose y haciendo daño a través de todos los que repitieron lo que yo dije, lo que yo comencé… ¡aun después de haber sido yo perdonado! la gente siguió hablando y hablando y agregando... por más que me arrepienta, me confiese, pida perdón, etc.
Y lo más trágico es que esto sucede con cada pecado cometido por cada persona, comunidad, etc.
Las consecuencias del pecado hacen presente la condición de sufrimiento de aquel que, aun reconciliado con Dios, está todavía marcado por los “restos” del pecado, que no le permiten una total apertura a la gracia.
Por este motivo todos estamos llamados a emprender un camino de purificación hacia la plenitud del amor. Este es el sentido de la “penitencia” que el sacerdote da a cada penitente que se confiesa. No se trata de un “castigo”, sino de un camino de crecimiento en la fe, un camino de purificación, necesario para todo cristiano.
Cuando hablamos de la “culpa perdonada” nos estamos refiriendo al perdón que Dios nos regala a través del sacramento de la confesión.
Cuando hablamos de la “pena temporal”, hablamos de la necesaria reparación que necesitamos realizar en nuestro camino de conversión permanente, de purificación de los “restos” de pecado que obstaculizan la apertura a la Gracia.

Tiempo de Indulgencia, tiempo de gracia
Como explica el Catecismo de la Iglesia Católica, «la indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel, dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones, consigue por mediación de la Iglesia» (n.1471-1479).
Y es que es necesaria una purificación que libere de la pena temporal que brota de la naturaleza misma del pecado y permanece -aún ya perdonado, como se ha apuntado-.
La purificación puede realizarse en la tierra o después de la muerte, «en el estado que se llama Purgatorio». Por ejemplo, «una conversión que procede de una ferviente caridad puede llegar a la total purificación del pecador, de modo que no subsistiría ninguna pena».

Lo que repara es el Amor: Jesucristo es El Reparador ante el Padre
«Las indulgencias se obtienen por la Iglesia que, en virtud del poder de atar y desatar que le fue concedido por Cristo Jesús, interviene en favor de un cristiano y le abre el tesoro de los méritos de Cristo y de los santos, en especial la Virgen, para obtener del Padre de la misericordia la remisión de las penas temporales debidas por sus pecados. La Iglesia no quiere solamente acudir en ayuda de este cristiano, sino también impulsarlo a hacer a obras de piedad, de penitencia y de caridad».

III. Por último, los fieles impedidos por la enfermedad o por otra causa legítima y relevante, siempre con el corazón desapegado de cualquier pecado y con el propósito de cumplir las condiciones habi-tuales apenas sea posible, podrán lucrar también la indulgencia plenaria, con tal que se unan espiritualmente a las oraciones por los difuntos y ofrezcan su sufrimiento por ellos.

Cumpliendo las obras requeridas, la indulgencia plenaria se puede recibir una sola vez al día para uno mismo o para un fiel difunto. La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente.

NOVIEMBRE

1 SÁBADO Solemnidad Blanco

TODOS LOS SANTOS

Misa: del Propio. Gloria. Lecturas propias. Credo. Prefacio propio. Bendición solemne facultativa.

Lecturas: Apocalipsis 7, 2-4.9-14

S.R. 23, 1-6

1 Juan 3, 1-3

Mateo 4, 25—5, 12

L. de las Horas: del Propio.
2as Vísperas de la solemnidad.

Misa vespertina: de la solemnidad.

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Jornada nacional de oración por la santificación del pueblo argentino y la glorificación de sus siervos de Dios.
Las Vísperas de difuntos que por la piedad de los fieles solían celebrarse después de las Vísperas del día 1 de noviembre, pueden seguir realizándose como un especial acto de piedad, juntamente con los otros ejercicios de piedad engendrados por la costumbre.

Hoy después del mediodía, y hasta mañana a medianoche, se puede ganar la indulgencia plenaria aplicable a los difuntos: ve nota al pie del día 25 de octubre.

2 DOMINGO Morado o Negro
CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS
Misa: del Propio. Prefacio de difuntos. Bendición solemne facultativa.

Lecturas: Apocalipsis 21, 1-5a.6b-7

S.R. 26, 1.4.7.8b-9a.13-14

1 Corintios 15, 20-23

Lucas 24, 1-8

L. de las Horas: del domingo 31º durante el año. 3ª semana para el Salterio

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En lugar de estas lecturas, se puede elegir de entre las que se proponen en el Leccionario para las Misas de difuntos.

Hoy hasta medianoche, se puede ganar la indulgencia plenaria aplicable a los difuntos: ver nota al pie del día 25 de octubre.

Pueden rezarse las Laudes y Vísperas de difuntos, donde la celebración se haga en público

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