sábado, 31 de diciembre de 2011

¡Bendito sea el Señor que nos regaló el 2011 y nos tiende la mano para caminar el 2012!

Mis queridos hermanos, que el Señor Jesucristo los bendiga a todos, que la Virgen María, nuestra Madre, nos cubra con su manto de ternura.
Estamos despidiendo el año. Muchas gracias por sus comentarios y particiaciones. Son todos bienvenidos, como así también los testimonios -¡ojalá fueran más!-.
Quiero invitarlos a rezar unidos en el Corazón de Jesús:
Señor Jesús, te alabamos y te adoramos.  Gracias por tu Misericordia entrañable cada día. Gracias por tantos perdones dados y recibidos, por esta oportunidad de comenzar un nuevo año.  Gracias por tendernos la mano ante cada caída.  Gracias por revelarnos tu Misericordia y Fidelidad justamente en cada caída, y a la vez revelarnos nuestra presunción y debilidad.  Gracias por todos aquellos que nos han hablado y enseñado de tí con su palabra y sus gestos, con sus abrazos y miradas. 
Ponemos en tus manos, en tus Llagas, las intenciones de todos los que nos piden oración, y de aquellos que, sin pedirnos, la necesitan. Unimos a tu Corazón el sufrimiento de los que se sienten solos, cansados y agobiados, y juntos vamos hacia ti, hacia tu Corazón Manso y Humilde.
Invocamos a tu Madre, Jesús, la primera que contempló tu Corazón abierto, tus llagas, la que fue también atravesada por participar íntimamente en tu Pasión, Muerte y Resurrección. La llamamos, la invocamos para consagrarnos a ella y consagrarle todo este año que comienza.  María, llena de Gracia, confiados en tu amor maternal, en la misión que tu Hijo Jesús te encomendó, nos ponemos bajo tu cuidado, bajo tu guía, bajo tu protección, bajo tu intercesión, nos consagramos a tu Corazón Inmaculado.
Queremos invocar también la protección de San José y de nuestros santos protectores, que todos nos pongan bajo la Sombra del Altísimo, para quien no hay nada imposible, quien hace nuevas todas las cosas.
Invocamos a los santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, para que, unidos a nuestros ángeles custodios, nos guíen, nos defiendan, nos iluminen, nos adviertan, velen activamente, les suplicamos, sobre nosotros.
En el Nombre de Jesucristo, nuestro Señor y Mesías, el Hijo del Altísimo que se hizo hombre, por sus Santas Llagas, por el poder de su Resurrección y plenificación en el Espíritu Santo, en virtud del ministerio sacerdotal, ato a Satanás y todas sus obras, seducciones y proyectos que trama en contra de nosotros en todo este año que comienza, como así también queden atados todas sus legiones maléficas, sus operadores, y toda acción sobre nosotros, nuestros familiares, amigos, nuestras casas, nuestros bienes y nuestras fuentes de sustento. Quede todo sellado con la Sangre de Jesucristo el Señor de tal manera que el Maligno no tenga ya más poder sobre nada nuestro. Quede anulada toda maldición, todo control, opresión, obsesión, toda enfermedad física, psíquica y cualquier tipo de mal con que pretenda hacernos daño.  Que todo aquél que lea y reciba esta oración con fe sea merecedor de tu Gracia liberadora.
Bendice e ilumina, Señor, nuestros proyectos, que todos estén de acuerdo al beneplácito del Padre.
Te alabamos, Señor, te glorificamos, y unidos recibimos tu bendición.
Te proclamamos Señor de nuestras vidas, Señor de este año que comienza, y lo ponemos también bajo la intercesión de María, Madre tuya y de la Iglesia. Amén
Feliz año Nuevo, unidos siempre en la oración.

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