domingo, 12 de junio de 2011

VEN ESPÍRITU SANTO


Veni, Creator Spiritus, Ven, Espíritu Creador,
mentes tuorum visita, visita las almas de tus fieles,
imple superna gratia llena de gracia celestial
quae tu creasti pectora. los pechos que tu creaste.


Qui diceris Paraclitus, Te llaman Paráclito,
altissimi donum Dei, don de Dios altísimo,
fons vivus, ignis, caritas, fuente viva, fuego, amor
et spiritalis unctio. y unción espiritual.


Tu, septiformis munere, Tú, don septenario,
digitus paternae dexterae, dedo de la diestra del Padre,
Tu rite promissum Patris, por El prometido a los hombres
sermone ditans guttura. con palabras solemnes.


Accende lumen sensibus: Enciende luz a los sentidos,
infunde amorem cordibus: infunde amor en los corazones,
infirma nostri corporis y las debilidades de nuestro cuerpo
virtute firmans perpeti. conviértelas en firme fortaleza.


Hostem repellas longius, Repele largo al enemigo
pacemque dones protinus: y danos incesantemente la paz,
ductore sic te praevio para que con tu guía
vitemus omne noxium. evitemos todo mal.


Per te sciamus da Patrem, Danos a conocer al Padre,
noscamus atque Filium; danos a conocer al Hijo
Te utrisque Spiritum y a Ti, Espíritu de ambos,
credamus omni tempore. creamos todo el tiempo.


Deo Patri sit gloria, Que la gloria sea para Dios Padre,
et Filio, qui a mortuis y para el Hijo, de entre los muertos
surrexit, ac Paraclito, resucitado, y para el Paráclito,
in saeculorum saecula. por los siglos de los siglos.
Amen. Amén.


PRIMERA LECTURA

Hech 2, 1-11

Lectura de los Hechos de los Apóstoles.

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían: "¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua? Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios".

Palabra de Dios.

SALMO

Sal 103, 1. 24. 29-31. 34

R. Señor, envía tu Espíritu y renueva la faz de la tierra. O bien: Aleluya.

Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! ¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡La tierra está llena de tus criaturas! R.

Si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo. Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la tierra. R.

¡Gloria al Señor para siempre, alégrese el Señor por sus obras! Que mi canto le sea agradable, y yo me alegraré en el Señor. R.

SEGUNDA LECTURA

1Cor 12, 3-7. 12-13

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.

Hermanos: Nadie puede decir: "Jesús es el Señor", si no está impulsado por el Espíritu Santo. Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor. Hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios el que realiza todo en todos. En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el bien común. Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo, judíos y griegos, esclavos y hombres libres, y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.

Palabra de Dios.


Secuencia del Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo
y envía desde el cielo
un rayo de tu luz.

Ven Padre de los pobres,
ven a darnos tus dones,
ven a darnos tu luz.

Consolador lleno de bondad,
dulce huésped del alma,
suave alivio para el hombre.

Eres descanso en el trabajo,
templanza en las pasiones,
alegría en nuestro llanto.

Penetra con tu santa luz
en lo más íntimo
del corazón de tus fieles.

Sin tu ayuda divina
no hay nada en el hombre,
nada que sea inocente.

Lava nuestras manchas,
riega nuestra aridez,
cura nuestras heridas.

Suaviza nuestra dureza,
enciende nuestra frialdad,
corrige nuestros desvíos.

Concede a tus fieles,
que confían en tí,
tus siete sagrados dones.

Premia nuestro esfuerzo,
salva nuestras almas,
danos la eterna alegría.
Amén. Aleluia.

EVANGELIO

Jn 20, 19-23

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

Al atardecer del primer día de la semana, los discípulos se encontraban con las puertas cerradas por temor a los judíos. Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, Yo también los envío a ustedes". Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan".

Palabra del Señor.


Oración para pedir los dones del Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo y concédenos el don de la SABIDURÍA,
que dándonos a conocer la verdadera dicha,
nos haga gustar los bienes espirituales.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén

Ven Espíritu Santo y concédenos el don del ENTENDIMIENTO,
para que más fácilmente penetremos los misterios de nuestra fe.

Gloria al Padre...

Ven Espíritu Santo y concédenos el don del CONSEJO,
que nos haga elegir en todo momento lo que contribuya más
a la gloria de Dios.

Gloria al Padre...

Ven Espíritu Santo y concédenos el don de la FORTALEZA,
que haciéndonos superar todos los obstáculos que se nos presentan,
nos una íntimamente a Dios.

Gloria al Padre...

Ven Espíritu Santo y concédenos el don de la CIENCIA,
que nos permita conocer profundamente a Dios y a nosotros mismos.

Gloria al Padre...

Ven Espíritu Santo y concédenos el don de la PIEDAD,
que nos conduzca a cumplir con facilidad todo lo que sea
del servicio de Dios.

Gloria al Padre...

Ven Espíritu Santo y concédenos el don del TEMOR DE DIOS,
que nos haga evitar con el mayor cuidado todo lo que puede desagradar
a nuestro Padre celestial.

Gloria al Padre...


Ant.
Hoy han llegado a su término los días de Pentecostés, aleluya; hoy el Espíritu Santo se apareció a los discípulos en forma de lenguas de fuego y los enriqueció con sus dones, enviándolos a predicar a todo el mundo y a dar testimonio de que el que crea y se bautice se salvará. Aleluya.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Hoy han llegado a su término los días de Pentecostés, aleluya; hoy el Espíritu Santo se apareció a los discípulos en forma de lenguas de fuego y los enriqueció con sus dones, enviándolos a predicar a todo el mundo y a dar testimonio de que el que crea y se bautice se salvará. Aleluya.


No hay comentarios:

Publicar un comentario